Entre 1885 y 1917, el joyero ruso Peter Carl Fabergé creó más de 50 de estos huevos para la familia imperial rusa. Uno de ellos fue a parar en 1902 a manos de la familia Rothschild, los conocidos banqueros judeoalemanes, donde ha permanecido hasta que fue subastado en noviembre de 2007, y adquirido por Ivanov.
Ahora, en una entrevista, Ivanov ha explicado porqué pago esa fortuna por ese huevo Fabergé. Según este coleccionista ruso, el conocido como Fabergé Rothschild fue el huevo más grande, elegante y caro creado por Fabergé, según documentos a los cuales ha tenido acceso. El huevo está coronado por un gallo decorado con diamantes que se asoma cada hora de reloj, bate sus alas, sacude su cabeza, y abre y cierra el pico. A finales de los años 80, Ivanov hizó una fortuna importando ordenadores a Rusia, y comenzó a coleccionar piezas de Fabergé, llegando a acumular más de 3.000. En su sitio web puede ser contempladas imágenes de varios cientos de ellos.
El millonario ruso piensa abrir en 2010 un museo en Moscú en el que expondrá su colección de Fabergé, sus iconos ortodoxos, pinturas de artistas rusos de todas las épocas y algunos de sus coches antiguos, entre los que se encuentran un Rolls-Royce de 1923 y un Cadillac de 1927. Pero, la prioridad de Ivanov es inaugurar este año un museo en la ciudad termal de Baden Baden donde expondrá piezas de Fabergé y de sus competencia de la época, los joyeros Morozov, Sazikov, y Bolin.
0 comentarios:
Publicar un comentario