"Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo."
Augusto Monterroso
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo."
Augusto Monterroso
13 comentarios:
hola
ja,ja,ja
al final se la comieron
no?
ja,ja,ja
muy bueno, sí
un saludo
José Jaime....
Se la comieron como se nos comen a todos... ¡hagamos lo que hagamos!
Un saludo!!!!
Mmmm que mal, siempre queriendo ser la mejor he, y para qué? para que al final no dure, pues muy normal diria yo jaja, es como todo en el mundo, nos preocupamos de ser perfectos, pero no sé dan cuenta que la perfección no existe, en fin, muy buen cuento, una reflexión increible detrás del mismo, pues te dejo besos, cuidese y hasta siempre ^^
Estar pendiente de gustar a los demás nos esclaviza, y sin embargo, hay muy pocas personas a las que les es indiferente gustar a los demás o no. En estos casos el símil de que nuestra sociedad es una selva, viene como anillo al dedo, prevalece el más fuerte, el más guapo, el más popular, el que entra en los cánones establecidos... los demás corren el riesgo de ser devorados como la rana del cuento.
Queridísima Amelí, quiero que saques fuerzas y mantengas el ánimo bien alto, ya sé que es complicado, pero tú eres una mujer con un espíritu grandioso y eso te ayudará a ir capeando la tormenta hasta que amaine. Y amainará, aunque sea temporal....Después de la noche siempre amanece un nuevo día.
Alguien me dijo que en otoño comienza la estación de los poetas, me pareció una frase preciosa y con mucho sentido. Espero que para entonces estés más recuperada y sientas que la inspiración y el relax han vuelto en su mayor plenitud.
Estás siempre en mi corazón y en mi mente, cuídate mucho y recibe toda mi energía positiva.
!Un abrazo grande, grande,
grandeee!.
Lovely,
¿Te imaginas un mundo perfecto?, lleno de gente perfecta....que horror. Pero es cierto que los humanos tratamos de gustar a los demás, dejando de lado lo que en realidad nos satisface. Cuando te das cuenta de que lo más importante es gustarte a ti mismo...has conseguido ser medianamente feliz.
Un beso cielo cuídate también
Fayna.
Tienes razón, son muy pocas las personas, para las que lo importante es gustarse a sí mismos.
Cielo mi contestación es cortita, porque hoy es un mal día para mis ojos, pero espero poder contestarte más ampliamente, muy prontito.
Miles de Besos!!!!!!!!!!!!!!!
¿Será tan difícil aprender a vernos y apreciarnos?
Muy buen cuento.
Ojalá escapemos a que nos coman.
Besos y espero que estés bien.
Este es un cuento que seguramente muchos bloggers los sienten en sus propias carnes. ¿Cuántos comentarios me han dejado? ¿Cuántas visitas tengo? ¿Soy el mejor?
Bonita fabula (o como se diga). Gracias y saludos.
FLORES ROJAS,
JAJAJAJA, estoy segura de que lo que dices es cierto.
Sabes yo cuando me plantee hacer un blog, lo hice porque era una manera de dejar señal ,de lo que me gustaba o preocupaba, estuve casi de un año que no tenía ninguna visita, y lo que me sorprendió fue la primera!
Eso si estoy encantada de teneros conmigo.
Un besazo
(b)Marcela(/b),
Hola cielo, pues parece que sí que es difícil, que tenemos que pasar por alguna situación extrema para empezar a querernos tal y como somos...
Yo creo haberlo conseguido, ¡pero me ha costado toda una vida!, eso si... no estoy segura de que no me coman.
Un beso lleno de amistad.
un cuento precioso!!!!
Vaya si que me has arrancado una sonrisa.
Buen fin de semana
ELEN, EURICE:
Gracias por vuestros comentarios , me alegra que os haya gustado el cuento.
Buen fin de semana.
Un beso
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