La historia de los sueños acompaña la historia de los hombres.
Desde que el hombre aprendió a contarse, contó sus sueños, atribuyéndole poco a poco al hecho de soñar motivaciones diferentes.
La interpretación de las interpretaciones de la actividad de soñar podría constituir una interpretación de la civilización humana (y los etnólogos que la hicieron no faltan).
Desde los tratados de la Grecia clásica hasta La interpretación de los sueños de Freud, el hombre ha tratado de captar la significación de su estado diurno a partir de los signos del estado nocturno.
La interpretación del sueño como "imagen significante" se aplica tanto al pasado como al futuro de nuestra existencia:
ella "explica" algo que ocurrió en nuestra vida y a lo que no sabemos qué sentido atribuir, o "predice" un acontecimiento que se verificará.
Se entiende que la cadena temporal del antes y el después en ambos casos es completamente ficticia.
En el primer caso, como ocurre en ciertas culturas estudiadas por los etnólogos, establecer la relación entre lo que soñamos y lo que sucedió constituye la forma más elemental de un uso terapéutico del sueño, con el fin de motivar lo arbitrario y lo absurdo, presentándole el sueño al individuo como algo prefigurado y dándole así el rostro de su destino.
En el segundo caso, verbigracia con la palabra del oráculo en la Grecia antigua, el acontecimiento posterior se encargará de "llevar a cabo el sueño", atribuyéndole a éste un valor de "deuda", una "prefiguración coercitiva", como señaló de manera muy penetrante Roger Caillois.
Algunos antropólogos, etnólogos y filósofos (Lévi-Strauss, Foucault, etc.) observaron que el sueño logra conquistar un estatuto de actividad social cuando su interpretación, de experiencia solitaria, es delegada al oniromántico, ya sea al chamán o al psicoanalista, porque en este caso "no es mi propio destino el que yo realizo al soñar, sino el de mis allegados, vivos o muertos, o el de mis clientes" (G. Charuty).
Que el sueño sea una actividad social muy importante se demuestra, de otro lado, por su influencia en la historia:
hay sueños que cambiaron la historia (el sueño de Constantino) y sueños mediante los cuales se ha tratado de cambiar la historia (el sueño de Escipión).
Si los sueños de los hombres han dejado su huella en la historia, la literatura, por su parte, desborda los sueños.
Desde el poema de Gilgamés hasta la Biblia, de Calderón hasta Shakespeare o hasta Kafka, el "derecho a soñar", como lo llamó Bachelard, acompaña la escritura.
Y que los sueños signifiquen todo (Freud) o que no signifiquen nada (Caillois, lo que también es una interpretación), que estén hechos de una materia vivida o de una materia que pertenece a otra dimensión, es simplemente contándolos como la literatura, con toda libertad, los propuso a sus onirománticos, es decir, a todos nosotros, los lectores.
Desde que el hombre aprendió a contarse, contó sus sueños, atribuyéndole poco a poco al hecho de soñar motivaciones diferentes.
La interpretación de las interpretaciones de la actividad de soñar podría constituir una interpretación de la civilización humana (y los etnólogos que la hicieron no faltan).
Desde los tratados de la Grecia clásica hasta La interpretación de los sueños de Freud, el hombre ha tratado de captar la significación de su estado diurno a partir de los signos del estado nocturno.
La interpretación del sueño como "imagen significante" se aplica tanto al pasado como al futuro de nuestra existencia:
ella "explica" algo que ocurrió en nuestra vida y a lo que no sabemos qué sentido atribuir, o "predice" un acontecimiento que se verificará.
Se entiende que la cadena temporal del antes y el después en ambos casos es completamente ficticia.
En el primer caso, como ocurre en ciertas culturas estudiadas por los etnólogos, establecer la relación entre lo que soñamos y lo que sucedió constituye la forma más elemental de un uso terapéutico del sueño, con el fin de motivar lo arbitrario y lo absurdo, presentándole el sueño al individuo como algo prefigurado y dándole así el rostro de su destino.
En el segundo caso, verbigracia con la palabra del oráculo en la Grecia antigua, el acontecimiento posterior se encargará de "llevar a cabo el sueño", atribuyéndole a éste un valor de "deuda", una "prefiguración coercitiva", como señaló de manera muy penetrante Roger Caillois.
Algunos antropólogos, etnólogos y filósofos (Lévi-Strauss, Foucault, etc.) observaron que el sueño logra conquistar un estatuto de actividad social cuando su interpretación, de experiencia solitaria, es delegada al oniromántico, ya sea al chamán o al psicoanalista, porque en este caso "no es mi propio destino el que yo realizo al soñar, sino el de mis allegados, vivos o muertos, o el de mis clientes" (G. Charuty).
Que el sueño sea una actividad social muy importante se demuestra, de otro lado, por su influencia en la historia:
hay sueños que cambiaron la historia (el sueño de Constantino) y sueños mediante los cuales se ha tratado de cambiar la historia (el sueño de Escipión).
Si los sueños de los hombres han dejado su huella en la historia, la literatura, por su parte, desborda los sueños.
Desde el poema de Gilgamés hasta la Biblia, de Calderón hasta Shakespeare o hasta Kafka, el "derecho a soñar", como lo llamó Bachelard, acompaña la escritura.
Y que los sueños signifiquen todo (Freud) o que no signifiquen nada (Caillois, lo que también es una interpretación), que estén hechos de una materia vivida o de una materia que pertenece a otra dimensión, es simplemente contándolos como la literatura, con toda libertad, los propuso a sus onirománticos, es decir, a todos nosotros, los lectores.
1 comentarios:
Queridísima y añorada Tashano, Heike ha venido a casa y me ha dejado su portátil un par de horas (lo que tarda en visitar un par de pacientes) para que pueda ir ojeando el correo y el blog, !es adorable!. Ráuda y veloz quise venir a visitarte, pero antes de sentarme en el saloncito dime: ¿Qué te ocurrió en la mandíbula cielo? !hay que ver! siempre viene todo junto... no hay manera, siempre tiene que haber algo tocando las narices jeje. No te preocupes y mira el lado bueno: Seguramente tendrás molestias al masticar así es que es el mejor momento para depurar la sangre de toxinas a base de licuados, zumos, batidos, etc. Son muy ricos, te aportarán lo necesario al organismo y cuando menos lo esperes ya estarás lista para morderle la yugular a alguien jajajajaja.
Así es que Búmburi está cumpliendo al pie de la letra mis indicaciones jeje, además de hacerte compañía te dá algo de calidez en estos días lluviosos y fríos que comentas ¿verdad?. Estoy pensando que mejor que las golosinas, se merece un collar de brillantes, o en su defecto, de circonitas que para el caso hacen el mismo efecto y ya sabemos que no está el horno para bollos jaja. ¿Te imaginas lo guapísimo que estaría luciendo un collar así sobre su pelaje negro azabache?.
Tashano querida, en cuanto a tu último post comentarte que !parece cosa del destino! esta misma mañana le comentaba a Javi(mi marido) que los sueños ultimamente hacen que me levante de la cama muy cansada,paso unas batallas mentales tremendas!. Sueño con mi hermano, anoche estuve luchando en medio de un incendio en el que mi hermano me ayudaba a ponerme a salvo junto a mi hija...Lo paso fatal. No sé si es que estoy nerviosa o que no dejo de pensar en él... no sé, el caso es que llevo una temporada que no descanso como debiera. Pienso que los sueños son el resultado de lo que ocupa nuestro subconsciente ¿no crees?
Menudo parloteo te he dado! jaja
por lo menos espero haberte distraido unos segundos, haberte traído ilusión por un momento y hacerte sonreir un poquito, aunque sea con la boca chiquita jajaja.
Te quiero mucho Amelí de mi corazón. BESOSSSSS.
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